A horas de haberse conocido la condena de la Corte Suprema y la proscripción a perpetuidad a desempeñarse en cargo electivos, Cristina Fernández sorprendió a todos, muchos más al Gobierno de Milei y otros sectores oficialistas con una mensaje que fue difundido ante una Plaza de Mayo y numerosas calles del centro de Buenos Aires, repletos de hombres y mujeres del pueblo argentino que la reconocen como su líder.
Las expectativas de que casi un millón de argentinos llegados desde todos los puntos del país, colmaron las expectativas. Las voces de los paisajes más alejados de la Capital Federal coincidieron en que Cristina tiene el poder político y le agradecieron a través de los medios de comunicación lo “que ella me dió y le dieron ella y Néstor Kirchner a su familia en los 12 años de sus gobiernos.
El pueblo ganó la calle y no dejó que le quiten la manija política a la ex Presidenta. Fueron muchísimas las palabras de agradecimiento, por “lo que le dio a mi hijo, “la jubilación para mi madre que trabajó toda su vida en negro” y “porque me dio trabajo y un buen salario”. Los conceptos de Cristina en los ocho minutos que duró su mensaje grabado y su agradecimiento a la gente cuando repentinamente volvió a hablar. En vivo, burlándose del gobierno y alegrando a la gente que en muchísimos casos no sabían de esta sorpresa. Un sonoro “pito catalán” a los del gobierno de Milei.

“ME GUSTÓ ESCUCHAR LOS GRITAR OTRA VEZ: VAMOS A VOLVER”
El clima se fue armando cuando sonó el Himno Nacional Argentino y todos lo cantaron con gran entusiasmo y alegría, entre banderas y carteles de los cientos de agrupaciones de distintos origen y color político, aunque el Peronismo fue el predominante.
«Lo que más me gustó fue escucharlos cantar otra vez ‘vamos a volver’, comenzó la ex Presidenta en un audio grabado en la misma mañana, que se escuchó con suma atención en la plaza histórica.
“Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están, queridos compatriotas, en esa maravillosa e histórica Plaza de Mayo? Bueno, yo acá, en San José 1111, firme y tranquila. Eso sí, con prohibición de salir al balcón. Dios mío, qué cachivaches que son”, arrancó entre risas y los primeros aplausos, conectando al instante con sus seguidores.
“Los he escuchado cantar consignas, la marcha, el himno. Pero lo que más me gustó fue escucharlos gritar otra vez ‘vamos a volver’”. Quiero de nuevo un país donde los pibes coman cuatro veces al día, donde en las escuelas haya libros y computadoras, donde los laburantes lleguen a fin de mes y los jubilados reciban sus remedios. “Ese país no fue ninguna utopía. Lo vivimos. Fueron doce años y medio en los que eso pasaba. Y además lo dejamos desendeudado, como a las familias y a las empresas”, subrayó ante el silencio general de una histórica Plaza de Mayo. Por la paz y el entusiasmo que reinó.

“ESTE MODELO DE MILEI TIENE VENCIMIENTO, COMO EL YOGUR”
“Increíble lo que han hecho, cómo han destruido todo”, señaló. Y disparó: “como aquello fue una realidad, les quiero decir que este modelo que ahora encarna Milei no es distinto a los de antes. Se cae, compañeros. Y no se cae solo porque es injusto o inequitativo, se cae porque es insostenible en términos económicos. Tiene vencimiento, como el yogur”.
En ese punto, recordó experiencias pasadas: “Ya lo vimos con Martínez de Hoz en el ‘76, con Cavallo en los ‘90… siempre termina igual”. Ahí recordó experiencias pasadas: “Ya lo vimos con Martínez de Hoz en el ‘76, con Cavallo en los ‘90… siempre termina igual”.

“MÁS CHANTA NO SE CONSIGUE”, DIJO CONTRA TOTO CAPUTO
Y le disparó duro al actual ministro de Economía: “¿Cómo se sostiene un país donde la gente tiene que tarjetear la comida y después no puede pagar la tarjeta? Mientras tanto, el impresentable de Caputo alquila dólares para simular que tiene reservas. ¡¡Alquila dólares!!…¿Realmente hay alguien que crea que esto es sostenible? Mi Dios, más chanta no se consigue”.
“No sé qué me depara el futuro inmediato, no tengo una bola de cristal. Pero ya viví una dictadura que desapareció a 30.000 compañeros, viví intentos de saquear el país, viví el sacrificio de Néstor, y también un intento de asesinato. La verdad, no me ha faltado nada en estos años. Y a pesar de todo, acá estoy”, señaló sobre su futuro personal.
Y en uno de los pasajes más emotivos, aseguró: “Voy a seguir haciendo todo lo que esté a mi alcance para estar junto a ustedes. Lo vamos a hacer porque tenemos algo que ellos jamás van a tener, ni aunque compren todo: tenemos pueblo, tenemos memoria, tenemos historia y tenemos patria. Vamos a volver. Una y mil veces vamos a volver. Los pueblos, finalmente, siempre vuelven”.

FINAL: “SOMOS UN PUEBLO QUE SE NIEGA SER ARRASADO”
Y todo el mundo se sorprendió cuando Cristina habló en vivo. Expresó en apenas un minuto: “antes de irme quiero decirles que tenemos que darnos maña para poder comunicarnos y estar cerca. Así que vamos con la tecnología, por ahora, así que un abrazo muy grande a esta plaza maravillosa que me hizo acordar a la plaza del 9 de diciembre de 2015. Están todos juntos y quiero agradecerles tanto cariño y tanto afecto. Y que junten, codo con codo, fuerza con fuerza, brazo con brazo, porque tenemos razón, la razón de los pueblos que se niegan ser arrasados. Y también una parte que se niega a ser colonia.
Y cerró: “Así que compatriotas, como siempre, con firmeza y mucho trabajo, siempre tirando para adelante . Siempre. Los quiero mucho y los abrazo con mi corazón. ¡Fuerza compañeros, fuerza argentinos, fuerza compatriotas!”. Ovación y cientos de miles de aplausos. De abuelos, jóvenes, amas de casa, estudiantes, obreros, sindicatos, trabajadores independientes…Pueblo puro.
Parecía que estaba espiando desde adentro de la Casa Rosada o algunos de los edificios de gobierno de los alrededores de la Plaza de Mayo. El Gobierno la pifió y mal. Porque además ese mismo pueblo, con militancia peronista y argentinos que no lo son pero apoyan a Cristina, se fueron hasta su casa en San José 1111, para darle su apoyo, aunque no pueda salir al balcón…por ahora, no sé.
PEDRO ARTAZA