Otra vez la maldita pandemia nos golpeó. Esta vez fue Iván Isachar, un amigo y excelente fotógrafo con quien compartimos muchos momentos de mucho trabajo, a veces complicado y acaso otros divertidos. Un buen compañero de laburo en La Matanza, siempre dispuesto a dar una mano.
Había descubierto el tango en los últimos años y por eso frecuentaba una peña en González Catán para bailarlo y contarnos, siempre sonriente, sus experiencias en el 2 x 4. Cuando no alternaba con su trabajo en los veranos de Mar del Plata, haciendo lo suyo: la fotografía. En los últimos tiempos trabajaba en la venta de libros por encargo, Se nos fue en muy pocos días, lo extrañarán sus dos hijas y los muchos amigos que se enteraron por las redes. Te vamos a extrañar, gordo de la eterna sonrisa, el diálogo abierto y la mano tendida para quien lo necesitara. Amigos y colegas de este bendito laburo de contar con palabras e imágenes Con su cámara y su sonrisa. ¡Hasta siempre, Iván! Con todo el afecto de quienes hacemos POLÍTICA 2000.
Por fin Dios se consiguió un buen fotógrafo, aunque nos duela su ausencia…