La reciente reunión de la central obrera de La Matanza contó con la participación de secretarias generales de varios gremios, lo que indica la importancia que va teniendo el rol de ellas en tan difícil momento de la vida de los trabajadores de toda la Argentina.
En representación del SUTEP (Sindicato Unificado de Espectáculos Públicos y Afines), estuvo María “Luly” Vilariño, quien resaltó que “si bien cada conflicto tiene una cabeza, nadie se salva solo. Esta CGT siempre lo dice y lo pone en evidencia porque cuando uno tiene un problema, siempre están acompañando para poder resolver. No podemos pelearnos con los propios, tenemos que mantener la unidad”, indicó.
Lo propio hizo Florencia Cabañete, del Sindicato del Peaje, al comentar que “si los cambios no vienen de arriba, hay que empezar de a poquito desde abajo”. Llamó a “involucrarse como trabajadoras porque las mujeres no sólo están para la foto. Tenemos que tender las manos a las mujeres. Mejor que decir, es hacer y mejor que prometer, es realizar”, aportó en su primera expresión en la CGT.
«EL ESTADO NO COBIJA»
El SADOP también dio el presente en el plenario. La secretaria general Romina Cortaberría hizo hincapié en las problemáticas diarias de las y los vecinos. “La semana que viene aumenta nuevamente el colectivo, es decir, no solo no llegamos a comprar dos tomates, sino que hay que salir más temprano de casa para tomar un solo colectivo desde Virrey del Pino hasta la General Paz y no hacer trasbordo”, arremetió.
Sin embargo, la titular del Sindicato de Docentes Privados llamó a “estar con las organizaciones sociales y barriales. Tenemos que vincularnos con la sociedad porque el tejido social está roto. En San Cayetano, la gente iba feliz a celebrar una misa, no iba arriada, eso te hace percibir que necesitan otra cosa además de la pelea por su indemnización o por una licencia o una mejora salarial. El Estado no cobija ni sostiene, nosotros sí y tenemos que redoblar la apuesta”, insistió con el mensaje directo que le conocemos.
Que hablen más y tengan mayor relieve sus participaciones, como lo hacen en las calles y sus sedes gremiales. Sería un soplo renovador en la lucha gremial argentina. O matancera, demostrando quienes son las mujeres que habitan estas tierras.