En nuestro programa de AM 930 NATIVA, denunciamos los ataques y amenazas que estaban sufriendo docentes del Instituto San Francisco Solano de Isidro Casanova. Por eso entrevistamos a la Secretaria Gremial del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), Romina Cortaberría.
AGRESIONES DE UNA MUJER POLICÍA
¿Podés contarnos cómo está la situación con esas trabajadoras?
–Tenemos tres compañeras que no han podido volver a trabajar debido a los daños físicos y emocionales, pero sobre todo emocional y psicológico que han sufrido por el ataque de una de las familias. Por eso llevamos adelante distintas acciones y lo que nos preocupa es cómo se repara el tejido social que fue roto, Es muy, muy preocupante para nosotros.
–¿Qué tipo de agresiones: las golpearon además de amenazarlas? ¿Y por qué pasa todo esto?
–Por una cuestión de un celular o una situación áulica muy típica. Si los estudiantes están usando el celular en clase, el docente obviamente tiene que poner el límite. De palabra y tranquilamente. Y sin embargo, la familia del alumno advertido lo tomó muy mal, se fueron acercando. Primero amenazaron a la docente que ya había hablado con ellos, nos responde.
“No fue suficiente con la abuela en primera instancia, pero luego se apersonó la mamá de la menor. Y entendemos por lo que fue la denuncia, se hizo presente la mamá que es personal de la Policía de la Provincia que fue de civil y agredió físicamente a la docente de su hija y dos compañeras para intentar sacarla de esa situación de violencia. Ellas también fueron agredidas físicamente y después se amenazaron al resto del personal docente que estaba presente a la salida de los estudiantes.”, explica Romina.
“La verdad fue una situación muy terrible para las compañeras que se replegaron dentro de la escuela. Ahí acudieron los representantes legales para hablar con la familia y luego acompañar a las docentes a hacer la denuncia penal pertinente porque es un delito. Así que tomaron intervención una Fiscalía y también al Ministerio de Seguridad, porque justamente se trata de una persona que es parte de la fuerza”, agrega.
LA ESCUELA INTERVINO PARA ACOMPAÑAR AL DOCENTE
–O sea que encima de esto una mujer policía se toma el atributo de golpear y de amenazar a una docente en una escuela privada y la escuela, la administración del Instituto San Francisco Solano, lo cual no le hace ningún beneficio. Este tipo de cosas ¿apoyó de alguna manera la docente o se lavó las manos Romina?
–La escuela intervino. Cabe destacar que han actuado conforme a la ley, conforme a los procedimientos: dar intervención en una situación semejante. E incluso cuando nosotros nos acercamos a conversar y lo primero, nosotros lo que hicimos fue acompañar a las docentes y al día siguiente a la hora del ingreso a las docentes que no habían ido puntualmente a trabajar, compañeros de SADOP a las 07:30 de la mañana y para garantizar que iban a tener las condiciones adecuadas. Ya había un patrullero en la puerta. El mismo día tuvimos una reunión con el Foro de Seguridad de Casanova y los altos mandos de la Bonaerense en Matanzas, y ahí dieron cuenta del recorrido que habían realizado en esas primeras 36 horas.
–¿Esto es lo único que pasó o hay algún otro tipo de denuncia de situaciones parecidas?, porque no es la primera vez que pasa en los institutos privados.
–Es la primera vez que sucede semejante escalada de violencia. Lo que manifestaban las docentes y después los responsables de la escuela es que es una comunidad que suele tener estas conductas de increpar a los docentes, nos dice la gremialista de SADOP.
“EL TEJIDO SOCIAL ESTÁ ROTO”
“No tienen los mecanismos de diálogo necesarios para atravesar un conflicto que hace a la cuestión educativa, siempre una cuestión de notas, una cuestión de límites. Hay un conflicto, una tensión entre los docentes y las familias, pero sé que uno trata de vehiculizar a través del diálogo adecuado, porque también hay menores en el medio”, menciona Cortaberría.
“Entonces, y todo lo que representa la docencia en la comunidad, ¿no? Y ahí también es donde nosotros queríamos hacer hincapié en que una familia golpee a una trabajadora, a una docente marca, que el tejido social está roto. Nosotros recordábamos hace muchos años cuando una situación parecida en Tigre el actor no existiría. No salió con este poder que es el cargo y a los maestros no se le pega porque es una de las autoridades que configura nuestra identidad: el docente de la escuela. Y ahora si una familia y una comunidad agrede a un docente, ya sea verbal pero mucho más físicamente, quiere decir que está todo mal en esa comunidad. Nos preocupa que haya un efecto contagio en las instituciones que están alrededor, tanto públicas como privadas. Entonces nos parece que la manera de intervenir era en comunidad y el sindicato es parte no conjunto con los trabajadores.
En el diálogo entra lo que también sucede en las escuelas públicas. Cuando el comportamiento del alumno ha sido motivo de una sanción o lo que fuere, viene la familia y golpea al docente. Y esto ya es una cosa lamentablemente bastante común.
–¿De todas maneras, las docentes van a seguir trabajando? ¿Hay alguna protección para que puedan ejercer su trabajo también?
–En primer momento las docentes lo que querían era ir a buscar o no antes ante el hecho y demás. Bueno, estuvimos conversando y lo que lo que se puede desarrollar son jornadas de intercambio, de reflexión entre los propios docentes, de los docentes para con las autoridades de la escuela, manifestar sus miedos, sus inseguridades y necesidades para poder sentirse protegidos al ir a trabajar a la institución, dice.
EN LAS ESCUELAS PÚBLICAS TAMBIÉN
“Y lo que estamos obligando para que esa mala organización en los cuatro niveles donde no hay delegados, porque la primaria también tiene una compañera delegada que fue agredida. Es muy importante, que haya una compañera dentro de la escuela, porque ahí la comunicación fue inmediata para con nosotros. Tratamos de ver en qué redes podíamos tirar para garantizar la seguridad de las compañeras. Por eso hay un rondín de la policía local y los horarios de entrada y de salida que va a hacer el corredor seguro junto con la policía local y las personas que se encargan de este tema.
“Y hay que convocar también a la familia, no a toda las instancias, para que sea parte de la solución de recomponer ese tejido que está roto, no de reparar el daño y que la escuela vuelva a ser un lugar seguro. Como decimos nosotros, un lugar de vida, de resguardo para las trabajadoras, para esos niños y niñas que también fueron vulnerados al ser parte de una situación tan violenta y de los vecinos de las familias. Hoy las compañeras siguen en la resistencia de las compañeras que fueron agredidas y las otras compañeras siguen presentándose a trabajar.
Y agrega, de la experiencia de vivir estas cosas en nuestra sociedad argentina de hoy: “Nosotros vamos a seguir la causa para ver que sanciones tuvo el personal de seguridad. No me parece importante eso también para la buena preparación.
Una mujer policía le fue a pegar a una docente, la amenazó porque maestra le dijo a la hija que no hay que usar el celular en clase. El tema del celular es una cuestión que también forma parte de esta realidad sociedad que está sucediendo, porque no es un problema argentino, es un de todo el mundo, la invasión del celular en la vida de la familia y que muchas esta lo propenden.