Inesperadamente este domingo 27 falleció don OSCAR TRAVI, el “Loco Travi”, como muchos de sus compañeros peronistas y municipales lo conocían. Un infarto le dijo ¡basta! a sus 67 años de trabajador y luchador por los derechos de los obreros. Fue taxista, camionero y desde hace 32 años, trabajador municipal en La Matanza.
Fue Inspector en la Dirección de Abastecimiento y Policía Municipal. Se había jubilado como Encargado hace 2 años y estuvo siempre activo hasta último momento, cuando participó, de la marcha del 18 de septiembre hacia el municipio reclamando por un justo aumento de sueldos para los trabajadores. Estaba enojado por la numerosa policía que el Intendente Espinoza había puesto en la puerta.
Alguna vez, como militante, (presidente de la Agrupación “Herederos de Evita”) se dio el gusto de publicar una edición de 200 ejemplares del libro “Mi mensaje”, póstumo de Evita y que presentó en San Justo, con distribución gratuita. Nuestro respetuoso saludo a su familia, especialmente a sus hijos Juan Manuel y Facundo Travi.
Su amigo y compañero de trabajo y militancia política y gremial, Miguel Feniello, le dedica su saludo final.
EL HOMENAJE DE MIGUEL FENIELLO
Se fue con la placidez y la tranquilidad que no tuvo su vida.
Espíritu inquieto e indomable, rebelde con causa, militante a tiempo completo, emprendedor obstinado e incansable.
Sos el mismo que en plena dictadura, embestiste con tu auto los portones de los cuarteles de La Tablada al grito de «viva la democracia, fuera los milicos», y no te mataron por milagro de Dios.
El mismo que en las épocas más oscuras de aquella primera resistencia peronista, con 15 años, exigías participar en acciones peligrosas en un grupo comandado por Jorge Rulli, quién recordara ese episodio con afecto y cariño en su libro «El Guerrero de la periferia».
Gracias querido amigo por esa cuota de coraje y osadía que supiste transmitirnos.
Gracias por haberme acompañado en todos estos años, gracias por la generosidad de tu amistad que me dispensaste.
Decía Borges «todos caminamos hacia el olvido, pero los mediocres llegan tempranamente».
Tengo la certeza Oscar, que quienes te conocieron tendrán de ti recuerdos difícil de olvidar, y quién esto escribe no te olvidará jamás.