Estos son los puntos fundamentales del documento conocido este lunes por la mañana a través de la redes social. De esta manera, la ex Presidente y Vicepresidenta conmovió al ambiente político, provocando numerosas reacciones, en especial del Gobierno Nacional.
EL DÉFICIT FISCAL
A diferencia de lo que se afirma habitualmente, en cuanto a que el principal problema de la economía argentina es el déficit fiscal y la principal causa de la inflación, la emisión monetaria necesaria para cubrirlo; nosotros sostenemos que la inflación en Argentina se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en dicha moneda no hace más que agravar dicha escasez al profundizar la ya conocida y estructural restricción externa de nuestra economía bimonetaria.
EL ENDEUDAMIENTO CONDICIONA
La comprensión de que el excesivo endeudamiento en dólares es un condicionante insalvable para el desarrollo de la economía argentina y la administración responsable de ese problema, permitió que la fuerza política que, con apenas el 22% de los votos, hizo presidente a Néstor Kirchner fuera reelecta para tres mandatos consecutivos completos.
Respecto del FMI y la inflación, dice Cristina: ”Con la llegada del FMI y la aplicación de sus recetas, se desataba nuevamente en la Argentina un proceso inflacionario con pérdida en el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones, que finalmente hizo fracasar el intento reeleccionista de Mauricio Macri.
EL ACUERDO DEL ANTERIOR GOBIERNO CON EL FMI
Finalmente, a principios del año 2022, el gobierno firmó un nuevo acuerdo con el FMI que no sólo validó el escandaloso préstamo que obtuviera la administración de Mauricio Macri, sino que condenó al gobierno a una suerte de agonía al obligarse a implementar las políticas dictadas por el organismo multilateral que ordenaba, entre otras cosas, una devaluación del tipo de cambio por sobre la tasa de inflación, realimentando la misma en un círculo vicioso y letal. Pruebas al canto, en el año 2023 y en pleno proceso electoral presidencial, el entonces Ministro de Economía y candidato de la coalición de gobierno fue obligado a devaluar por el staff del FMI al día siguiente de las elecciones primarias.
Como consecuencia de ello, la inflación mensual se disparó a dos dígitos —registro que no se observaba desde la segunda híper de 1990— y la interanual llegó al 211%, confirmando una vez más que la inflación, en Argentina, está indisolublemente atada al dólar y no al déficit fiscal.
EL DESACUERDO CON LA RENEGOCACIÓN CON EL FMI
Sobre el punto, dice CFK: La firma del acuerdo con el FMI fue un parte aguas. Con la convicción de que las condiciones del acuerdo iban a desangrar al Gobierno y condenar al país, nuestro sector manifestó su rechazo con profundo respeto a la institucionalidad: el entonces jefe de bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, decidió renunciar al cargo de presidente del mismo, para no obstaculizar la construcción de la mayoría necesaria para la aprobación del acuerdo, mantuvo su pertenencia al bloque y a la coalición de gobierno. Resulta necesario aclarar que no solo quien fuera presidente del bloque de diputados votó en contra del acuerdo con el FMI, sino también legisladores y legisladoras del Frente de Todos en ambas Cámaras.
Y sobre el apoyo electoral de Macri y Bullrich a Milei, esto escribió: si bien Mauricio Macri y quien había sido la candidata a Presidenta de su fuerza política llamaron a votar en el balotaje por el candidato libertario, el desplazamiento de los votos de esa fuerza hacia la libertad avanza igualmente se hubiera producido por el carácter marcadamente antiperonista de sus votantes.
EL ROL DE LOS MEDIOS Y EL INCUMPLIMIENTO DE CONTRATO ELECTORAL DEL FRENTE DE TODOS
Sin embargo, no fue solo el voto antiperonista el que hizo presidente a Javier Milei. Resulta insoslayable señalar el rol que los medios de comunicación y su reproducción en las redes sociales tuvieron en su surgimiento y triunfo electoral. El actual Presidente se hizo conocido como panelista de televisión y algunas otras excentricidades. Los mismos medios también cumplieron un importante rol como complemento imprescindible del proceso de judicialización instrumentado por Mauricio Macri, que afectó gravemente el sistema de representación política democrática a través de la persecución y la proscripción, y que desembocó en el intento de asesinato de quien suscribe este documento.
Por otra parte, sería intelectualmente deshonesto no mencionar el incumplimiento del contrato electoral por parte del gobierno del Frente de Todos que, como dijimos, no pudo o no supo desatar el nudo gordiano del endeudamiento para interrumpir el desarrollo de esta tercera crisis de deuda.
LA ADMIRACIÓN DE MILEI POR MENEM
El nuevo Presidente se declara libertario, anarco capitalista, enemigo del Estado, seguidor de la escuela económica austríaca —corriente de pensamiento que no aplica en ninguna parte del mundo—, su propuesta central durante la campaña electoral fue ajuste y dolarización y sostiene que la principal causa de la inflación es la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal. Califica al gobierno de la convertibilidad, a Carlos Menem y a Domingo Cavallo como el mejor gobierno, el mejor Presidente y el mejor Ministro de Economía de la historia y pretende reeditar privatizaciones, aperturas indiscriminadas y desregulaciones sin reparar que el mundo que recibió a Carlos Menem como presidente nada tiene que ver con el actual.
RECICLAJE DE PERSONAJES Y EX FUNCIONARIOS
Y este punto, decisivo en la política oficial, apunta Cristina: Lo más relevante del nuevo Presidente es que a pesar de haber sostenido como caballito de batalla que con los “mismos de siempre” no se podían obtener resultados distintos, produjo, ni bien fue electo, un insólito reciclaje de personajes y ex funcionarios. El más preocupante es el de Luis Caputo, artífice del endeudamiento serial del gobierno de Mauricio Macri y del retorno del FMI a la Argentina, a quien nombra, nada más ni nada menos, que como Ministro de Economía.
A él se le suma la reaparición como figura estelar de Federico Sturzenegger, expresidente del BCRA durante el gobierno de Macri y protagonista del “Megacanje” de la deuda externa junto a Domingo Cavallo en el gobierno de De La Rúa. Este último personaje, sin haber sido designado como funcionario, resulta ser el compilador del DNU 70/2023 y del proyecto de Ley Ómnibus. Ambos instrumentos constituyen un paquete de modificaciones del sistema legal argentino a medida de los principales grupos empresarios y lo que es más grave aún, una reforma encubierta de la Constitución Nacional.
EXTRANJERIZACIÓN IRREVERSIBLE
Si queda vigente el DNU 70/2023 y si se aprueba el RIGI incluido en el proyecto de ley “Ómnibus”, Argentina ingresaría inerme a un proceso de extranjerización irreversible en un siglo XXI que se caracterizará por la disputa del dominio sobre la tierra, el agua y los recursos naturales. El Poder Ejecutivo Nacional (Milei-Caputo) podrá volver a endeudar a la Argentina en dólares, sin límites y bajo jurisdicción extranjera sin pasar por el Congreso, podrá reestructurar la deuda externa sin la obligación de mejorar monto, plazo o interés, estará habilitado para liquidar el FGS de la ANSES y privatizar los activos del Estado. De aprobarse estas reformas, más que una autorización legal, el Congreso estaría otorgando patente de Corso al Presidente y a su Ministro de Economía.
“No sería preciso calificar a este gobierno como la cuarta experiencia neoliberal. Las características del discurso y de la praxis política del nuevo Presidente, como la de sus equipos en las distintas áreas, colocan al gobierno en un plano que va más allá de lo disruptivo y lo llevan a un lugar que la Argentina nunca conoció. Esto se desarrolla, además, en un marco económico y social de extrema gravedad”, afirma la ex vicepresidente sobre la Argentina en un lugar desconocido.
LA MAYOR DEVALUACIÓN DE LA HISTORIA Y UN AJUSTE FEROZ
Ni bien arribó al gobierno Milei decidió realizar una devaluación del tipo de cambio de 118%, constituyendo la devaluación inducida más importante de la historia, sólo superada por la que el mercado le hizo al gobierno de Alfonsín durante la híper de 1989. Esta medida duplicó, en sólo un mes, el índice mensual de inflación que había llegado a 12,7% en noviembre, y se disparó a 25,5% en diciembre.
Hasta el momento, el nuevo gobierno sólo ha desplegado un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no solo retroalimenta el espiral inflacionario colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado. Es más que evidente que en la cabeza del Presidente el único plan de estabilización es el de la dolarización. No se explican las medidas adoptadas en otro marco teórico.
EL PROYECTO DE DOLARIZAR.
Milei también despliega otra alternativa para dolarizar. Está licuando los pasivos remunerados del BCRA y la Base Monetaria vía inflación. La dolarización de la economía argentina implicará la clausura definitiva a la posibilidad de desarrollar nuestro país con inclusión social.
Y sobre la legitimidad del actual Presidente, escribió CFK: “Milei obtuvo el 56% de los votos en el balotaje que definía quién sería el Presidente de la República, pero en la elección general que se vota la representación parlamentaria, sólo obtuvo el mismo tercio de votos que había logrado en las PASO. Se conformó de esa manera un Poder Legislativo fragmentado donde el peronismo es la primera minoría en ambas Cámaras. La legitimidad de origen que da el voto popular no debe hacerle perder de vista al actual mandatario la legitimidad de ejercicio en la gestión de gobierno, que sólo podrá ser lograda a partir de mejorar la calidad de vida de los argentinos”.
Cristina Fernández insiste sobre la repetición del pasado que fracasó todas las medidas adoptadas hasta el momento son repeticiones de políticas ya ejecutadas en el pasado, inclusive algunas de ellas aplicadas con el Parlamento cerrado por la dictadura.
Todas fracasaron estrepitosamente provocando sólo pobreza y dolor. En el mismo sentido, la presencia de funcionarios que también fracasaron durante la presidencia de Mauricio Macri, en áreas de vital importancia, ponen en contradicción un principio básico por el cual Javier Milei logró el apoyo de la sociedad ante la lógica implacable de que con los mismos de siempre los resultados no pueden ser distintos.
EL INTENTO DE MACRI DE CONDICIONAR A MILEI
Milei debería analizar seriamente que quienes fueron los amplios derrotados en los últimos comicios presidenciales intentarán condicionarlo desembarcando en las principales áreas de gobierno e incluso tomar el control político y desplazarlo del manejo del Poder Ejecutivo si lo consideran necesario. Reciclar funcionarios fracasados para reeditar políticas fracasadas, sólo puede conducir a malos resultados. No deja de resultar contradictorio y muy sorprendente que quien quiere cerrar el Banco Central para que los “políticos ladrones” no emitan más pesos porque cree que la única causa de la inflación es la emisión de pesos para hacer frente al déficit fiscal —o sea a la deuda en pesos del Estado— al mismo tiempo pretenda eliminar todas las restricciones que tiene el Estado para emitir deuda pública pero… ¡en dólares!, y para eso lo convoca como Ministro de Economía al endeudador serial de Macri que trajo nuevamente al FMI, Luis Caputo.
LA NECESIDAD DE ACUERDOS PARLAMENTARIOS
El resultado electoral y las divisiones políticas posteriores conformaron un Poder Legislativo más fragmentado aún. La situación del país y la responsabilidad de quienes han sido elegidos para gobernar y legislar van a requerir la construcción de un sistema de acuerdo parlamentario.
EL CAMINO DEL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LA ARGENTINA
Finalmente el documento de 33 páginas define: “El crecimiento de la economía en Argentina y su posibilidad de desarrollo con trabajo bien remunerado sólo se ha alcanzado con un patrón de acumulación sustentado en un modelo industrialista de sesgo exportador con valor agregado, con bajos volúmenes de deuda externa o con una correcta y responsable administración de la misma.
“Esto no significa negar la necesidad de una revisión de este modelo en lo que hace a las correcciones que demanda la estructura productiva de la Argentina, que nos permita profundizar el sesgo exportador, plantear una ineludible actualización laboral o contemplar la creación o transformación de empresas bajo la forma de una asociación pública y privada virtuosa, como se hizo con YPF antes de su desnacionalización”, concluye la síntesis.