¿Qué otro sentimiento podemos sentir como Argentinos que sólo queremos la paz, el trabajo, el progreso y una convivencia más ó menos lógica en un territorio tan vasto y rico como el que tenemos en este confín del mundo, ante los dichos de hace días por el Presidente Javier Milei en el Foro Mundial de Davos?
La andanada de barbaridades que dijo, ante un salón casi vacío, dicen desde Europa, es el exceso más grande que se ha visto en toda su historia.
Porque además de sus amenazas con «ir a buscar al último rincón» a los «zurdos hijos de puta», Milei atacó a las personas trans, a las parejas gay que adoptan hijos (los trató de «pedófilos») y a las mujeres, a las que acusó de querer ganar privilegios sobre los hombres. No sólo a ellos, mostró un racismo “a lo Trump”, calificando a los migrantes, como una «horda que abusa, viola o mata».
Por si usted no sabe, amigo lector, compañero, correligionario, señora, señor, abuela, abuelo y jóvenes matanceros, el porcentaje de delitos cometidos en nuestro país, por los integrantes de colectividades sudamericanas en 2023( (entiéndase bolivianos, paraguayos, peruanos, etcétera), fue solamente del 0,4 por ciento. Dando por tierra lo que este señor dice. Aunque se haya referido únicamente a Europa
¿No es para sentir vergüenza los dichos de este señor?
Algunos de sus funcionarios intentaron defenderlo — Guillermo Francos dijo que lo mejor es ser homosexual «de las puertas para dentro». Otro bochorno. Pero no pudieron impedir la ola masiva de cuestionamientos que llegaron desde todos lados: dirigentes de derecha, centro, izquierda, organizaciones de la comunidad LGBT+, Ni Una Menos.
LA «CULTURA WOKE HEGEMÓNICA»
Milei volvió a Davos para dar un discurso con el que buscaba sacudir al establishment. Sus principales frases, no obstante, son calcadas de las que viene expresando la ultraderecha estadounidense hace años, en una guerra contra lo que llaman la «cultura WOKE hegemónica» (el término «woke» se usaba en los sesentas en la lucha de los derechos civiles de Estados Unidos, antirracistas y feministas, pero hay algún sector que se lo apropió para referirse de forma despectiva a toda lucha de una minoría o grupo minorizado). El Presidente dijo que «el wokismo es la epidemia que hay que curar y el cáncer que hay que extirpar”. Y enumeró a sus enemigos: «Feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género». Se quejó también del ecologismo y de los reclamos por el cambio climático. Algo tan grave como todo lo otro. No se olvidó de casi ninguna minoría, el gaucho…
Recordemos lo que dijo sobre las parejas homosexuales: «Se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión», dijo Milei como parte de sus fuertes posiciones.
LAS PERSONAS TRANS
Y siguió con las personas trans: «Están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones, como si un menor de cinco años pudiera prestar su consentimiento a semejante cosa», afirmó. Y cargó contra una «legislación absurda en la que el Estado tiene que financiar hormonas y cirugías millonarias para cumplir con la autopercepción de ciertos individuos. Recién hoy estamos viendo los efectos de toda una generación que mutiló su cuerpo, promovidos por una cultura de la relatividad sexual que tendrá que pasar su vida entera en tratamientos psiquiátricos para afrontar lo que se hicieron». También dijo que cuando se dicen estas cosas vuelan las «acusaciones de homofobia o transfobia y otros inventos».
MUJERES: «El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aún en su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente. Todo lo demás es búsqueda de privilegios, que es lo que el feminismo radical realmente pretende», afirmó entre otras descalificaciones a una de creaciones más lindas de Dios.
¿Sabe acaso Milei cuánto hacen millones de mujeres para alimentar a sus hijos y a los otros hogares en tantos comedores, por culpa de sus políticas económicas contra el pueblo en este primer año de su “gobierno”? Como en este sufrido conurbano bonaerense. Como en La Matanza, perjudicada por las mismas razones de empresas cerradas, desocupación, inseguridad agravada. Una política económica abominable que insulta al ser argentino…Vergüenza…
Casi inmediatamente un aluvión de denuncias penales en su contra es la primera ola de respuestas. ¿Cómo terminarán en esta justica argentina también bastante estropeada estas justas causas? Escuchamos por ahí alusiones a novelas como “1984”, de George Orwell y “Farenheit 451”, de Ray Bradbury, donde se advierte lo que puede pasar con el ser humano si se atropella la libertad y los derechos humanos del ser humano en manos de gobiernos dictatoriales. Vergüenza hacia afuera, en el mundo y hacia adentro, a una sociedad insultada, maltratada. Y que algunos delirantes defienden… Vergüenza
PEDRO ARTAZA