El asombro que tenemos todos es como aquellos que han tenido responsabilidad directa sobre una forma de ejercer la conducción del Estado que destrozó el tejido social y la economía hoy se paran enfrente y pretenden dar clases de cómo resolver la crisis de la pandemia mundial y la economía que ellos mismos hundieron. Parece que no tuvieron nada que ver ni los economistas que los defendieron y promovieron ni los funcionarios.
Primero, no tienen autoridad moral porque hicieron todo lo contrario y tampoco tienen autoridad técnica. Fracasaron rotundamente en la conducción del Estado y hoy pretenden ser censores y orientadores, no se desde que posición, de la defensa de la República –porque no tienen otro verso.
“LA FIRMEZA DEL PRESIDENTE”
La firmeza y la serenidad con la que se está manejando el Presidente Fernández van a dar al traste con estas cosas. Ellos trabajan para los medios de comunicación y la mayoría de los periodistas y/o empresas están subvencionadas por el poder internacional financiero: los fondos buitres. No hay que buscar explicación política ni teórica a esta posición paga para destrozar a un Gobierno que tiene que salir entre otras cosas a negociar la deuda externa o el futuro del endeudamiento de la Argentina para que lo siga pagando el Estado.
Ellos dicen defender la actividad privada pero a partir de que el Estado es un botín de guerra. Cuesta mucho hacerle entender al Pueblo en general que estos sujetos son cuasi delincuenciales y trabajan con intereses que están en contra del Estado y en contra del Pueblo.
“EN ARGENTINA LOS RICOS PAGAN POCOS IMPUESTOS”
El mundo entero está demostrando que la presión fiscal se hace de acuerdo a la capacidad contributiva. Y en la era de los conservadores en Gran Bretaña con Margaret Thatcher y Bush en Estados Unidos, les bajaron los impuestos a los más ricos. Eso no existe más en ningún lugar del mundo, los países más organizados y potentes, los que tienen una solvencia que les permite extender su dominio a otras naciones como Alemania, tienen una tasa de impuesto a las ganancias de hasta el 45%. En la Argentina el máximo es el 35% y se aplica tanto a un quiosco como a una multinacional…
Entonces lo que tenemos que hacer es repasar toda la legislación fiscal y tener otro parámetro. Los impuestos hay que pagarlos de acuerdo a la capacidad contributiva. No lo pueden hacer los que menos tienen y los que más tienen no aportan lo que les corresponde. Les corresponde aportar, no discutir”.El día que tengamos una legislación como corresponde todo el mundo sabrá a qué atenerse y no tendremos que andar discutiendo si aplicamos una alícuota mayor al Patrimonio a Ganancias o a lo que fuera.
LOS GRANDES EVASORES
La gran evasión fiscal es lo que motiva que muchos impuestos por ejemplo Ingresos Brutos y tasas municipales sean altos. Porque hay una enorme evasión y los principales evasores son los que han fugado capitales de la Argentina pero no sólo por lo que no pagan o tienen en el exterior sino porque ese dinero es de origen desconocido.
Evadieron y tienen sus activos en el exterior, siendo imposible de identificar por la madeja de empresas off shore. Y las maniobras de estos tipos que fueron los dueños del Estado en los últimos 4 años, rompieron y desarticularon todo el tejido jurídico de defensa del Estado y del Pueblo. Por eso la Unidad de Información Financiera, Laura Alonso y demás gozaron de impunidad absoluta con la AFIP para atacar a quienes querían, y no detectar a quienes deben pagar.
Hay asombro por lo que pasa en la Argentina y acá se defiende como si fuese todo normal como si llevarse la plata del país fuese un logro y no pagar los impuestos es para preservar los ahorros. Cada vez son más los ahorros que tienen el que nos arruinó: Macri y los líderes mundiales que no le dieron importancia a esta Pandemia de origen desconocido que hoy hundió la economía mundial.
Va a resultar mucho más posible que se recuperen las Naciones que menos daño tengan por eso es importante que nosotros para preservar la salud pero también para preservar el futuro de la economía. Se habla de 5 a 7 trimestres después que se aplane la curva de la coronavirus y se pueda empezar a resolver la actividad económica normal.