Cuando uno debe escribir por un hecho tan doloroso como es la partida de una amiga, además de una gran militante peronista, no sólo se siente el vacío de que esa persona ya no estará para decirte “Hola, compamigo!” cuando nos encontrábamos en algún acto o por teléfono para “chusmear” de política.
El fallecimiento de la además, vecina de Ciudad Evita, a quien conocí hace muchos años en la escuela secundaria, te abre la pregunta: ¿para qué tanto orgullo, vanidad, enojo y discusión que uno ve en algunos personajes de la vida en este andar del periodismo?
Ana militó siempre, con su carácter, con sus ideales de peronista y su trabajo social junto a otros y otras militantes. Durante bastantes años con su agrupación “Peronistas por el País” y mostró su personalidad leyendo su mensaje en el último homenaje a Evita, el 26 de julio ante los bustos de la avenida Güemes y junto a numerosos compañeros.
Éstas son las últimas fotos de Ana Catucci, recorriendo (despidiéndose tal vez de sus compañeras y compañeros, en los stands). Que descanse en paz, sus problemas de salud le dijeron ¡basta! y paradójicamente sus compañeras la llevaron al Hospital Dr. Balestrini cuando se descompuso, apenas comenzaba este domingo 25 de septiembre. En un hospital construido por un gobierno peronista de su querida Ciudad Evita. Pero su corazón peronista no pudo salir… Un gran beso y abrazo al cielo para esta amiga que seguro seguro, militará en el cielo, como escribieron algunos de sus compañeros en las redes.
Descansa en paz, gracias por tu ayuda en nuestra tarea del periodismo. Tarea cumplida, Anita.
PEDRO ARTAZA